Uno de los temas más importantes a la hora de tomar decisiones: El miedo al cambio.

En Playball, a través de nuestros dos servicios principales: Representación de futbolistas y Asesoramiento en becas para Estados Unidos, fomentamos la toma de decisiones y en consecuencia un cambio en la vida de las chicas para las que trabajamos.

Ya sea por cambiar de club para el que jugar o cambiar de país en el que estudiar, llevaremos a cabo un cambio que puede (inicialmente) provocarnos cierto miedo.

Yo, Jaime Gómez fundador de Playball, he sentido miedo por muchas decisiones que he llegado a tomar. El miedo al cambio lo he podido sentir al decidir irme a estudiar a Estados Unidos, al decidir volver una vez terminada la carrera o al decidir alejarme del mundo profesional financiero por desarrollar un sueño. Pero con el tiempo y experiencia, me he dado cuenta de que ese miedo al cambio no es más que una incomodidad inicial ante lo desconocido.

Llamo `ìncomodidad´´ al miedo al cambio porque creo que ese sentimiento que nos provoca tomar una decisión importante es simplemente una limitación mental que nace desde la comodidad de nuestra zona de confort. Ese miedo no es más que incertidumbre o ansiedad de querer saber antes de tiempo cómo va a ser ese nuevo entorno que nos encontraremos y que, de ser negativo, preferiríamos quedarnos como estamos.

Esa comodidad es la que nos limita y también puedo asegurar que las peores decisiones que he tomado han sido desde la comodidad.

Cuando te decides a romper tu rutina y eres receptivo con todo lo que te venga, es cuando de verdad te sientes vivo. Esa es la verdadera solución ante el miedo al cambio, aceptar la incertidumbre y disfrutarla en su totalidad ya que es parte del proceso.

Animo entonces a probar, a descubrir, a lanzarse hacia lo desconocido sin miedos ni ansiedades. Siempre hay tiempo para todo y siempre hay que sentir ese «miedo´´para sentirse vivos. No hay peor miedo que el de no tener ilusiones, objetivos o metas para sentirse realizado… Así que yo me digo a mi mismo:

¿MIEDO AL CAMBIO? ¡MIEDO A NO CAMBIAR!